Pisando los talones
La semana pasada me terminé Pisando los talones, el séptimo título de la colección Wallander. Hacía mucho tiempo que lo tenía esperando en mi escritorio, y no ha sido hasta la publicación de la última novela, que me decidí a acabar las que me quedaban del tirón.
En esta ocasión, el inspector Wallander se enfrenta de nuevo a un asesino en serie que los tiene a todos despistados. Como siempre no hay ninguna pista clara, el desánimo se instaura en cada uno de los compañeros de la comisaría, las reuniones son agotadoras y lo que es más grave, esta vez parece que un policía tiene algo que ver con el caso.
Como siempre Mankell ha creado una buena historia con una buena trama, una mejor ambientación, unos acertados personajes secundarios y lo que es más importante, unos personajes principales que son los que obligan a leerse todos y cada uno de los libros.
Pero me da la impresión de que Mankell está empezando a sentir los mismos síntomas que Wallander: el agotamiento. Es una sensación que he tenido durante toda la lectura del libro, que el autor se empieza a aburrir de inventarse crímenes, y de tener que buscarlos cada vez más retorcidos y crueles. Quizás eso haya influido en que algunas de las escenas y situaciones no me acabaran de convencer y simplemente, no me resultaran creíbles, algo que no me había pasado hasta ahora en la serie Wallander.
De hecho, esta es la penúltima historia de Wallander tal y como lo conocemos. Parece ser que el último título de la serie, La pirámide, es un cambio radical con los libros anteriores, al menos en lo que a época se refiere. Quizás le sirva a Mankell para introducir nuevos personajes en su mundo y para narrarnos algo más de la vida de Wallander.
Aunque he disfrutado con la lectura del libro, mi motivación ahora para leerme el siguiente título de la colección (y todos los que le vengan detrás), es más el saber qué será de los personajes que los casos en sí. Hay dudas que me gustaría resolver antes de acabar la colección, por ejemplo: Dejará Martinson la policía? Rehará su vida Ann-Britt Höglund (por qué dirá siempre el apellido?) con otra persona? Acabará Wallander volviendo con Baiba, quizás con la mismísima Ann-Britt? Volverá Linda a vivir con su padre y dejará de ir de flor en flor?
Claro que también hay otra duda que me gustaría resolver, pero que no creo que se solucione en los siguientes libros y es cómo no, si volverá la mujer negra a los sueños de Wallander.
En realidad no me caracterizo por ser un buen lector de este tipo de textos,(Literatura negra0, pero al iniciar a leer esta obraa, me he envuelto en una cantidad de situaciones y en ella misma al tratar de resolver los casos presentados, no puedo decir en estos momento que tan bueno es este libro , espero que los comentarios sean solo efimeros para que tengan un lector naciente en este tipo de textos.
Es la primera novela policiaca que leo en mi vida y me ha gustado bastante, aunque estoy de acuerdo contigo en que se aprecia algo de ‘cansancio’ en la forma de escribir. Si quieres un blog sobre todo tipo de literatura entra en mi blog porfa: http://embajadademispensamientos.blogspot.com
Alabo tu gusto Sergi. La serie del inspector Wallander es buenísima, pero coincido contigo que se muestran síntomas de agotamiento en sus últimos libros. Especialmente en Cortafuegos, que me parece el más flojo. Como creo que Cortafuegos no lo has leído y es el último de la serie (La pirámide se situa cronológicamente al inicio), te diré que Martinson no sólo no abandona la policía sino que muestra interés en suceder a Wallander y quitarle el puesto de jefe. Lo más bonito de Cortafuegos es que Linda al final quiere ser policía. Y por cierto, ya existe un libro de Mankell con Linda como policía. Cuando salga en español me lo leeré.