Prometo serme fiel
No es una declaración de intenciones mía, sino de Kevin Nadal (que no tiene nada que ver con Rafa Nadal el tenista, ni con Miquel Angel Nadal el futbolista), un filipino-americano de 27 años residente en Nueva York que la semana pasada decidió casarse consigo mismo. Sí, lo has leído bien y yo lo he escrito bien, se ha casado consigo mismo. El pasado 7 de mayo, el mismo día en que cumplía 27 años, Kevin Nadal se casó con Kevin Nadal, para celebrar y festejar su soltería.
La ceremonia tuvo lugar en Nueva York, y Kevin se dio el «Sí quiero» ante 125 testigos entre familiares y amigos. La celebración terminó con un banquete bastante pobre (aperitivo sin tenedor ni cuchillo) y la fiesta de rigor. De hecho Kevin ya avisaba en las FAQ’S de su boda que había que ir comido de casa porque sino te quedarías con hambre.
Este licenciado en psicología que es también artista (estuvo representando durante 2 años una obra suya en la que sólo aparecía él titulada «PINOY: A One-Man Show about growing up F/Pilipino in America«, basada en sus experiencias de juventud y de los problemas de adaptación de los filipinos en Estados Unidos), asegura que el sentido de su celebración es «demostrar que su elección de ser soltero es tan válida como la de cualquier otra persona por casarse y tener una familia», y «expresar su repulsa por la discriminación que sufren los solteros, sobre todo si son gays como él».
En fin, allá cada cual con lo suyo. Por cierto que Kevin no aclara si esta boda le servirá para presentar la declaración de la renta conjunta o no, y si habría algún problema con la herencia si alguno de los dos miembros del matrimonio muriera.
De toda esta tontería, hay una cosa que dice Kevin con la que sí estoy de acuerdo y es la siguiente frase: «Antes, ser soltero significaba que nadie te quería o que no eras lo suficientemente atractivo. Ahora es una elección».
Ah! otra cosa, Kevin Nadal está ahora de luna de miel en algún lugar que no ha querido revelar. Espero que se lo esté(n) pasando bien.
… yo me imagino la noche de bodas del tipo este. Seguro que mientras se hacía una paja con una mano, se metia el dedo en el culo con la otra… si,si… muy moderno pero deja el concepto de familia americana un poco por los suelos, no?
lo malo es que éste tiene que ser fiel a la fuerza, o poner los cuernos borracho y con poca consciencia, porque si no, la otra persona se entera seguro…
¿Y en caso de separación? ¿Y si decidiera cambiarse el nombre de Kevin por otro más original como «Manchester United» (verídico en un pais de Europa del Este, un padre quiso ponerle ese nombre a su hijo) o (siguiendo en la brecha) «Deportivo La Coruña»…. qué pasaría con el matrimonio, sería invalidado? ¿Tendría el Sr Lendoiro que aportar alguna contribución mensual? En tal caso, Mauro Silva podría pasarse por casa del Sr Nadal y hacer de chacha latinoamericana (ahora que ya semos europeos y que Ehpaña va bien ya podemos criticar a los emigrantes mientras los contratamos por sueldos de mierda no?).
Bueno, dejo estas preguntas al aire.
Por otro lado, con la cara lechuguino del colega (y el sombrero asín ladeado….) no me extraña que se case con el mismo, la verdad.
Una tontería como cualquier otra para llamar la atención.