Arrancad las semillas, fusilad a los niños
He terminado Arrancad las semillas, fusilad a los niños. Es la primera novela de Kenzaburo Oé, que escribió en 1958 a la edad de 23 años.
Me recuerda a Dos años de vacaciones y El señor de las moscas, pero este libro es mucho más pesimista y sombrío.
Trata sobre las aventuras de quince chicos de un reformatorio que son evacuados en tiempos de la Segunda Guerra Mundial a un pueblo perdido en la montaña.
Cuando se declara una epidemia en el pueblo, los habitantes abandonan a los chicos a su suerte. Durante los días en que viven forzosamente aislados, los chavales tienen que aprender a procurarse alimento, a sentirse queridos, a pasar miedo, a disfrutar, a morir, a resolver sus problemas, en definitiva tienen que aprender a vivir.
Siguiendo con la semejanza de este libro con Dos años de vacaciones y El señor de las moscas, se puede decir que este libro es la versión adulta, realista y odiosa de las dos anteriores.
En el primero, Verne muestra una isla en la que a casi todos nos habría gustado estar. Quién no querria pasarse dos años de vacaciones en una isla paradisíaca?
En el segundo, Golding muestra una realidad más cruel y agresiva, pero nos deja una esperanza para la salvación, siempre puede haber alguien que nos rescate.
En Arrancad las semillas, fusilad a los niños, Oé da una bofetada en la cara a quién lo lee mostrando cómo es este mundo en realidad. Desde las primeras páginas describe una violencia que no puede hacer otra cosa que aumentar, encarrilando la novela hacia un final nada esperanzador. En este mundo no hay vacaciones, y tampoco hay rescatadores, lo único que puedes hacer es correr.
Leerme este libro, me ha hecho recordar una frase de Hobbes que decía «»El hombre es un lobo para el hombre»». Pues bien, en este libro el hombre no es un lobo, es un campesino y tiene mucha experiencia en arrancar las malas hierbas cuando nacen.
Muy recomendable pese al mal cuerpo que te deja. Ahora empiezo La Señora Dalloway
Una historia estrujante que te hace en cada pagina leída encontrar una esperanza para los protagonistas sin ser encontrada ni siquiera al final de tan doloroso relato , con una mezcla de desesperanza y lastima te deja la sensación de impotencia, nos parece cruel pero no es mas que la realidad de lo que miles de personas vivieron o viven en los lugares que existe la guerra, por que asombrarnos de un relato que hoy en día nuestros niños y adolescentes viven?
en una historia que evidencia la repulsión que se siente por extraños que intentan entrar en una vida «normal», se encuentran con un episodio de vida que les demuestra que por ecnicma de las dificultades y posiblemente un nuca final feliz, cada momento se queda plasmado en un recuerdo que avivará la voz de la memoria.
Admiro a quienes con crudeza literaria pudieron rescatar las vivencias de un episodio tan sangriento y tormentoso, pero que con realismo presenta la situacion de un grupo de niños frente a la guerra que no comprenden y el abandono a una «epidemia» que todos alguna vez hemos sentido.
la perspectiva que intenta dar a conocer e interpretar el autor kenzaburo OE , es la manifestacion de lo vividdo en años de lucha , años en los cuales el maldito cronos a logrado borrar pero a ciencia cierta permanecen palpados en los rostros de cada generacion , cada vida , cada momentanea situacion importante , para concluir nunca dejeis pasar la historia en un suceso que simplemente ya paso , porque a de involucrar dia y noche tu alma