Más Kiyoaki que nunca

lapiramide.jpgHa pasado mucho tiempo, más de tres años, desde que no escribo aquí. Escribo ahora casi con vergüenza, con la sensación de que tengo que pedir permiso y perdón por volver a escribir.

Empecé con esto hace siete años. ¿Por qué? Tenía tiempo y me apetecía. Este blog nació con la idea de ser un repositorio de las cosas que veía, leía, hacía o que me habían llamado la atención. No pretendía escribir para otro que no fuera yo. Simplemente era la manera de tener recopilada información que me interesaba para no olvidarla. Estuve escribiendo durante unos años, y después de dejarlo aparcado un par de veces, ocurrió lo más lógico: dejé de escribir y el blog se quedó colgado.

Es curiosa la  relación que he tenido con el blog durante estos tres años. En todo este tiempo he ido revisando spam, elmininándolo, manteniendo el blog todo lo limpio que podía (el tener una versión antigua de wordpress tampoco ayudaba mucho), intentando que no se convirtiera en un zombie. Mucha gente lo sigue visitando y dejando comentarios aunque ya no escriba en él. Es particularmente interesante el «foro» que se ha creado en el artículo que escribí sobre el tinnitus. No era esa mi intención, pero si le resulta útil a la gente, ahí seguirá con los comentarios permitidos!

Como decía ha sido curiosa mi relación con el blog. En estos tres años de «stand by», me ha pasado muchas veces que buscando información en Google sobre las cosas que me interesan, obtenía como resultado mi propio blog…y en él encontraba la respuesta  a lo que estaba buscando! Creo que es la mejor demostración que encuentro de que lo que escribo lo escribo para mí, y de que efectivamente, olvido las cosas y me hace falta escribirlas. Otras veces, releyendo el blog, me he dado cuenta de que he cambiado de opinión sobre algunas de las cosas que escribí, supongo que me hago mayor…

Como todas las cosas en la vida que uno hace porque quiere, y no porque debe, hay que hacerlas cuando a uno le apetece. Y durante mucho tiempo a mí no me ha apetecido escribir. No culparé al «no he tenido tiempo», porque cuando a uno le apetece, saca tiempo de donde puede, como ocurría cuando empecé. Es lo mismo que pasa al leer, hay épocas en las que no te apetece nada, y otras en las que lo haces de forma compulsiva. Lo único que seguía ahí, era la determinación de no querer que Kiyoaki muriera, y han tenido que pasar tres años para que tuviera otra vez ganas de escribir y de seguir con Kiyoaki.

Con este renacimiento, aún le hago más honor al nombre de este blog y al nick que utilizo en casi todas las redes sociales: Kiyoaki. Para quien no lo sepa, Kiyoaki Matsugae es el nombre del protagonista de la tetralogía «El mar de la fertilidad» de Yukio Mishima. En esta excepcional historia, Kiyoaki, el personaje principal, se reencarna en cada libro en una persona diferente, o al menos eso cree su mejor amigo Honda, quien está convencido de reconocer a su amigo de la infancia en diferentes etapas de su vida.

Pues eso, Kiyoaki se reencarna. Tengo las ganas, y seguro que encontraré el tiempo.