Abu Ammar (Padre Constructor)

Hacia las 3’30 de la madrugada de ayer, con nocturnidad y alevosía, se comunicó el agónico final de Yasser Arafat. Oficialmente, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, ha muerto el día 11 de noviembre a las 3’26 minutos de la madrugada, debido a una «»grave enfermedad en la sangre»» que no ha sido desvelada. Si en vida Arafat ya era el símbolo para el pueblo árabe y palestino, su muerte lo convertirá en héroe, mito y mártir.

Muhammad «»Abd ar-Raouf»» Arafat al-Qudwa al-Husseini, más conocido como Yasir Arafat, ganador del Nobel de la Paz y del Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional en 1994, muere a la edad de 75 años, enfermo y en el exilio, sin ver cumplido su sueño de la creación de un Estado Palestino independiente.

No se puede decir que Arafat haya sido un santo, como todos es un personaje con claros y oscuros. Y como siempre lo mejor es estudiar su biografía y la de su gran enemigo Ariel Sharon (desde que en 1982 siendo Ministro de defensa, dirigiera como general la invasión del Líbano), para poder sacar conclusiones y valorarlo en su justa medida.

El Primer Ministro Israelí Ariel Sharon, que mantenía a Arafat en el ostracismo desde hacía tiempo, se ha quedado sin excusa para no tratar el conflicto. Con Arafat muerto, tendrá que verse la posición que tomará a partir de ahora el gobierno Israelí. Ya no podrá alegar la falta de interlocutor, y tendrá que enfrentarse de una vez por todas a la realidad y cumplir las resoluciones de la ONU.

Para entender un poco mejor el conflicto árabe-israelí, te recomiendo que te leas el excelente libro PALESTINA: Ocupación y resistencia, que el barcelonés de origen palestino Salah Jamal escribió en el 2002. Y para tener también otro punto de vista sobre el conflicto, el libro Israel, Palestina: Verdades sobre un conflicto, del egipcio de orgien judío Alain Gresh.

Los rumores sobre su muerte durante toda esta semana no me extrañan nada. Cómo no se iba a pensar dos veces eso de morir si viendo las declaraciones de Sharon, parece que nunca la expresión «»no tener donde caerse muerto»» será tan aplicable como en este caso.