El gran Lebowski

Este fin de semana vimos El gran Lebowski, de los hermanos Coen. Ya la habíamos visto cuando se estrenó, pero teníamos ganas de verla otra vez.

Y no nos defraudó. Después de haberla visto más de una vez, nos seguimos riendo durante casi toda la película. Lo absurdo de las situaciones y los diálogos, los sueños alucinógenos de el Nota y en especial el trabajo de los actores son excelentes, y todo ello contribuye a hacer de la película un constante cachondeo.

Jeff Bridges está fenomenal, éL es el Nota o Notarini si no te gustan los nombres cortos, y se diría que lo ha sido toda su vida, porque tiene toda la pinta de ser el tío más vago de Los ángeles, que ya es mucho decir. Creo que es uno de los mejores personajes que ha interpretado.

John Goodman como Walter Sobchack está enorme, y no solo es una broma fácil con su tamaño sino que lo es por su interpretación de este polaco católico convertido a judío obsesionado con el Vietnam y con los nihilistas, que sobre todo no hace nada en Sabbath!

Steve Buscemi como Donny tampoco tiene desperdicio, a pesar de aparecer con más cara de enfermo que en ninguna otra película y de no hablar en casi ningún momento por culpa de Walter, es quizás la única nota de normalidad en toda la película, y es el causante de una de las escenas más divertidas de la película.

John Turturro como Jesús Quintana, ese pederasta reinsertado en la sociedad, en una intervención de lo más estrafalaria y divertida.

Y todo el resto de actores y personajes, desde el vecino con aspiraciones en el mundo de la danza, a Smokey o los nihilistas.

Aunque no hay que desmerecer para nada el trabajo importantísimo de todos los actores en esta película, hay que decir que es bastante fácil lucirse con los personajes y con el excelente guión escrito por los hermanos Coen.

A propósito del guión y de los personajes, aunque la mayoría de las situaciones – por no decir todas – y de los personajes son ficticios, el personaje del Nota no es del todo invención de los hermanos Coen. De hecho, la figura de El Nota existe en la vida real. Su nombre es Jeff Dowd, más conocido como El Nota desde que era joven, y es un conocido productor, distribuidor y consultor de cine, muy popular entre los festivales de cine independiente.

Este Nota real, quizás por no ser tan exageradamente vago como el ficticio, ha tenido algo más de éxito profesional en la vida, pero tal vez esa sea su única diferencia con respecto a su alter-ego cinematográfico, porque sí que formó parte de los 7 de Seattle – aunque no llegó a participar en la redacción del Manifiesto de Port Huron en 1962 -, también coincide en que su bebida favorita es el Ruso Blanco y en que, por supuesto, le encantan los Bolos.

Jeff Dowd, el Nota real, es amigo de los hermanos Coen desde que allá por el año 84 fuera el productor de su primera película, Sangre Fácil. La vida de este algo desmañado productor, distribuidor y consultor, les inspiró la rocambolesca historia de un hippie en paro con vagancia crónica, que se ve envuelto en una alocada y absurda historia de intriga al reclamar daños y perjuicios por su alfombra, cuando por equivocación unos matones la echan a perder meándose en ella por confundirlo con el gran Jeffrey Lebowski, un millonario de Pasadena.

La verdad es que la película de los Coen, y principalmente su protagonista el Nota, tienen una legión de seguidores. Tanto es así que cada año se realizan unos cuantos Lebowski Fest, el próximo será el 13 y 14 de Agosto en Nueva York. En estos festivales se hace un pase de la película, aparece por allí el verdadero Nota, hay espectáculos y música en directo, concursos, disfraces y lo más importante, un campeonato de bolos. Y por supuesto, durante el festival la bebida que más se sirve es el Ruso Blanco.