Imagining Argentina

El Jueves fuimos a ver Imagining Argentina, de Christopher Hampton con Antonio Banderas y Emma Thompson. No nos gustó nada.

La película relata los execrables hechos ocurridos durante la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983. Se basa para ello en la historia de Carlos (Antonio Banderas) y Cecilia (Emma Thompson). él es el director de un teatro infantil, y ella es una periodista que no duda en criticar la situación política que atraviesa el país.

Sus escritos críticos al gobierno son los causantes de que Cecilia se convierta en una «desaparecida» más de la dictadura. Carlos no ceja en el empeño de recuperar a su mujer, y en ese momento se da cuenta de los poderes de clarividencia que posee, y que le permiten ayudar a los familiares de los desaparecidos a encontrar o a saber la suerte que han corrido sus familiares – que mala pata, que con él el truco no funciona -.

El gobierno descubre los poderes de Carlos y sus reuniones para ayudar a los familiares de desaparecidos, y empieza una persecución contra Carlos, su familia, sus amigos y su trabajo.

Es una película aburrida, con una historia de amor entre Carlos y Cecilia que no aparece por ningún sitio, con escenas metidas con calzador, que no se sabe muy bien qué aportan a la trama central de la película como por ejemplo el episodio de la pareja de judíos viviendo en una casa en la pampa rodeados de pájaros. Pero lo peor de la película, es la historia poco creíble – cómo iba a serlo – y ridícula de los poderes de adivinación de Carlos, como si se tratara de un vulgar Rappel.

En definitiva, una mala película que no pudiendo llamar la atención del público con la inexistente historia de amor entre Carlos y Cecilia ni con los maravillosos poderes de Carlos, se ve obligada a recurrir a la violencia de los maltratos y torturas de los militares contra los secuestrados para intentar salvar la historia.

Como dice la película, hacer justicia significa no olvidar el pasado, yo creo que para hacer justicia no habría que ir a ver esta película y además, para recordar según qué hechos ocurridos en el pasado es mejor no echarle imaginación a la cosa y recurrir directamente a la historia. Se le revuelve a uno el cuerpo al leer las cosas que describe Norberto Liwsky, ahí si que utilizando la imaginación podemos hacernos una idea de lo que sufrieron los cerca de 30000 desaparecidos durante la dictadura en Argentina.